la casa pasiva
Una casa pasiva representa la cúspide de la construcción eficiente en energía, diseñada para mantener temperaturas interiores confortables con sistemas mínimos de calefacción o refrigeración activos. Este innovador concepto de edificación utiliza una aislamiento superior, una construcción hermética y una orientación solar estratégica para reducir el consumo energético hasta un 90 % en comparación con edificios convencionales. El diseño incorpora ventanas y puertas de alto rendimiento, normalmente con tres vidrios, que maximizan la ganancia de calor solar en invierno mientras previenen el sobrecalentamiento en verano. Un componente crucial es el sistema mecánico de ventilación con recuperación de calor, que garantiza la circulación de aire fresco mientras retiene la energía térmica. La envolvente del edificio presenta un aislamiento continuo sin puentes térmicos, creando efectivamente una barrera térmica alrededor del espacio habitable. Técnicas y materiales constructivos avanzados, como paneles estructurales aislantes o formas de hormigón aislado, contribuyen al excepcional desempeño de la vivienda. Estas casas mantienen temperaturas interiores constantes entre 18 y 22 °C durante todo el año, independientemente de las condiciones climáticas externas. La norma de casa pasiva se aplica a diversos tipos de edificios, desde viviendas unifamiliares hasta estructuras comerciales, demostrando su versatilidad y escalabilidad.